miércoles, abril 05, 2006

Cuentos breves de las Siete Palabras - 1

. miércoles, abril 05, 2006

Por Pablo Emilio Buitrago Rugeles


PRIMERA PALABRA
Tema: Perdón

Los mejores años de su vida habían transcurrido en esa prisión. Camino a la puerta que lo devolvería a la libertad recordó la escena del juicio cuando fue condenado, veinte años atrás. Vio de nuevo los rostros de los falsos testigos que mentían sin pudor, con la mano sobre la Biblia. “Jura decir la verdad y solamente…”. La verdad os hará libres, pero ¿qué era la verdad? Todos estos años había tenido tiempo para reflexionar sobre ello. Ante sus ojos aparecieron las pruebas fabricadas por los investigadores y avaladas por el fiscal como evidencia irrefutable, el dedo acusador de los familiares de la víctima, bocas que hablaban de justicia y ojos que clamaban venganza. Sus oídos ensordecieron otra vez con el golpe del martillo, cuando el juez de la causa pronunció la sentencia: culpable. “¿Qué es la culpa, si no la llevas dentro?”, pensó. La puerta se abrió de par en par. De pie junto a la reja, con un sobre en la mano, estaba su abogado. “El juez me pidió que se lo entregara personalmente. Ahora, que se ha comprobado plenamente su inocencia, no puede estar en paz con su conciencia”. El hombre apenas miró el sobre y continuó sin afán. El abogado habló de nuevo: “Estoy listo para la demanda; vamos a cobrar lo que le hicieron”. El hombre suspiró y miró al abogado. –No, no pienso demandar. “No entiendo. Fueron veinte años de injusta condena”. –Así es y no quiero prolongarlos; que hoy se sepa la verdad es suficiente para mí. “¿Cómo?”, preguntó con asombro el abogado. –No hay rejas que puedan aprisionar a un espíritu libre. Eso lo comprendí desde el día en que hice mías las palabras del Señor: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”.

1 comentarios:

Adrenaluna dijo...

Definitivamente, tus palabras deben ser parte de tu corazon... conozco un ser que como el de tu cuento perdono a su asesino... simplemente no queria que el pasara una navidad en la carcel. es mucha la grandeza de un ser que ve la vida asi.