jueves, mayo 12, 2005

La presencia de Dios

. jueves, mayo 12, 2005

Un hombre susurró:
¡Dios, habla conmigo!
Y un ruiseñor empezó a trinar. Pero el hombre no prestó atención.
Volvió a pedir:
¡Dios, habla conmigo!
Y un trueno retumbó en el espacio. Pero el hombre no le dio importancia.
Pidió nuevamente:
¡Dios, déjame verte!
Y una luna enorme brilló en el cielo profundo. Pero el hombre ni se dio cuenta.
Y, nervioso, empezó a gritar:
¡Dios, muéstrame un milagro!
Y nació un niño. Pero el hombre no se inclinó sobre él para admirar el milagro de la vida.
Desesperado, volvió a gritar: ¡Dios, si existes, tócame y déjame sentir tu presencia aquí y ahora!
Y una mariposa se posó suavemente en su hombro. Pero él, irritado, la espantó con la mano.
Desilusionado y en lágrimas siguió su camino, vagando sin rumbo.
Sin preguntar nada más. Solo y lleno de miedo.


(Texto indígena Cherokee, citado por Leonardo Boff)
Fuente:
http://leonardoboff.com/

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